9/1/15

Dejar de pelearse con la ropa (o el síndrome de la silla perchero)

armario desordenado

Siempre me pasa igual. Por más que trate de mantener el orden en mi dormitorio, al final el desorden parece ser el monstruo del armario que antes o después acaba saliendo, convirtiendo cualquier superficie o mueble, en perchero (incluído suelo, silla, cama, bici estática...). Quizás sabes a lo que me refiero:



Como sabes, tengo varios planes anuales para cumplir determinados objetivos. Uno de ellos, como te conté, trata de ordenar y mantener toda mi casa ordenada.

El primer paso, ha sido comenzar por dormitorio y pasillo. Ya casi están. Y esta vez, parece ser que ya puedo lidiar fácilmente con el desorden de ropa en el dormitorio. Alguna prenda rebelde se me escapa de vez en cuando, pero nada alarmante. Voy perfeccionando el sistema con el uso.

¿Cuál es el truco? ¿Cómo consigo mantener al monstruo del desorden a raya? 


Pues, sin duda, lo que mejor me funciona, es algo que ya conté antes: SER IMPLACABLE CON LO QUE SOBRA. Es decir, deshacerme de todo lo que pueda, logrando el mayor espacio libre posible en el dormitorio, y tratar de mantenerlo así.

Si hay espacio de sobra en el armario para colgar los pantalones y el sueter, es más fácil hacerlo que si el armario está a reventar.

Pero como digo, también hay que esforzarse por mantenerlo así. 

¿Y qué ocurre si uno es vago y le gusta tirar la ropa encima de la silla, la cama o la bici estática? Bueno, yo me estoy concienciando en que, según me cambio de ropa, automáticamente guardarla. Sin prisas.

¿Pero y si llego cansado a casa y lo único que quiero es lanzar por los aires la ropa, ponerme el pijama y jugar con los gatos? Si no me apetece guardar la ropa, el truco que uso por ahora es: no cambiarme. No me quito ni la chaqueta. 

Es una forma de auto castigo, por así decirlo. Cuando esté dispuesto a guardar la ropa, entonces me cambiaré. Si no, no me quito ni los zapatos.

Ah, por cierto, otra cosa muy en esta línea: hacer la cama. Yo soy de los que nunca ha creído en eso jejeje Es tontería, no? Luego la voy a deshacer igual... Bueno, pues resulta que el estado mental resultante de hacer la cama, es muy distinto y más agradable que dejarla deshecha. 

Si voy con poco tiempo, o simplemente no me apetece nada hacerla... pues por lo menos... por lo menos... estirar sábanas y mantas. Que al menos "parezca" hecha. 

La sensación que te queda, es algo así como un poco más de orden y despeje en la cabeza. Si eres como yo, prueba unos días a hacerlo (y a tirar todo lo que puedas del armario también), y me cuentas, ok? Aunque sea estirar las mantas. 

En fin, es un truquillo. De momento, me funciona. Ya te iré contando.

Estoy reuniendo +1 en favor de las bicicletas estáticas víctimas de maltrato percheril. Me apoyas?


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